Lo ves todos los días, y sabes perfectamente que no existes para él. Pero en el momento te da igual, y eso lo dice tu tonta sonrisa que se te pone cuando está cerca de ti.
Lo buscas en cada esquina, en cada rincón, en cada pasillo, y no estás contenta y loca de alegríahasta que lo ves. Es tu razón de levantarte cada día. Alguna vez se han cruzado vuestras miradas, aunque sea por una fracción de segundo y pides le al cielo que vuelva a ocurrir.
Y puede que seas una loca y una ilusa pero poca gente tiene tanta suerte como él, y aunque él no lo sepa, ya ha pasado de ser tu deseo a tu mayor necesidad.
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